viernes, 29 de noviembre de 2013

El Encuentro - Parte 1: Lo vi llegar...

Lo admito: me cambié 3 veces de ropa, y me preocupé de maquillarme de la forma más natural posible antes de salir de mi casa.
Y confieso que me tembló un poco la mano cuando quise ponerle llave a la puerta.
En la micro, me concentré en la canción que salió al azar en mi reproductor (ya bueno, lo admito: es un iPod) y eso me ayudó a calmarme un poco y bajar el nerviosismo. 

Llegué a la hora a acordada y me senté en una mesa cualquiera.
Cuando vi a Baz acercarse , juro que me sentí como si tuviera 17 años de nuevo.
No sólo por la sensación de esperar para verlo; si no también porque se veía exactamente igual que cuando teníamos 17. Juro que Baz no envejece.
(Dicho sea de paso, creo que yo tampoco pero supongo que quedará para que futuras generaciones lo decidan)

No pude evitar que mil recuerdos se me vinieran a la mente. Cuando yo le abría la puerta de mi casa y lo veía subir los peldaños de la entrada.
Cuando le abrían la puerta y sentía sus pasos por el pasillo.
Fue como volver al 2004 de un paraguazo. 

A medida que se fue acercando, por unos minutos todo lo vi en cámara lenta.
Me saqué los audífonos, sonreí y nos saludamos. Se sentó frente a mí y ese fue sólo el comienzo de una interesante tarde.

Les dejo la canción que finalmente logró calmarme.
Gracias, Europe.


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