domingo, 26 de abril de 2015

martes, 21 de abril de 2015

Romper o que te rompan

A esto hemos llegado.
El primero en disparar sale vivo.
El primero en romper el corazón del otro, se salva.

Es como El Juego del Miedo ("Saw") la cuestión.
Conoces a alguien y empiezan a salir.
A ti te gusta un montón, pero él no parece demasiado interesado.
¿Qué hacer?
¿Terminarlo todo al tiro?
¿Esperar a ver si de a poco la otra persona empieza a sentir lo mismo?
Y de ser así, ¿esperar cuánto?

Me acuerdo de hace años, una amiga (que ahora está casada), me contó que estaba saliendo con un gallo.
Y le gustaba un montón y lo pasaban súper bien.
Pero después de un mes y medio, ella decidió terminarlo todo.
Cuando le pregunté por qué, me dijo "Simple: a mí me gustaba mucho más de lo que yo le gustaba a él... quedarme en eso habría sido sufrir gratuitamente"

Esto fue por el año 2007, pero nunca más se me olvidó.
Tenía perfecto sentido.
Pero era una tarea difícil: si alguien te gusta un montón, qué difícil es terminar las cosas porque tú no les gustas tanto como quisieras.
Complicado.

Y claro, también puede ser que te pase al revés: te dejen porque a la otra persona le gustas más de lo que te gusta a ti.
¿Dónde está el balance entonces?
¿No nos queda otra que romper corazones para cuidar el nuestro?

lunes, 13 de abril de 2015

Deseo

Que te acuerdes de mí cada vez que veas una bandera magallánica.
En la calle, en la tele, en un vaso chopero, en un concierto, en unos shot glasses.







Tú no tienes bandera.
No volveré a acordarme de ti.
#GoodRiddance

miércoles, 8 de abril de 2015

Síndrome de Abstinencia

En general este fenómeno se da cuando dejamos de hacer algo a lo que éramos adictos.
Alcohol.
Cigarro.
Drogas.
Chocolate.
Series.

Pero también pasa en las relaciones.
Cuando son muy largas y/o (a veces) cuando son muy intensas.

De repente esa persona ya no está.
O sea está, claro que sigue existiendo, pero tú ya no estás autorizad@ a contactarl@. 
Ya no podemos llamar para contar buenas noticias.
Y no puedes mandarle una foto chistosa en la mitad del día, con la sola intención de que sonría al pensar en ti.

No.
Todo ese tiempo juntos parece desaparecer en el momento en que la relación deja de ser efectiva.
Y ese es el momento cero.
Ahí es cuando empieza la batalla.

Por la persona, el eX se transforma en algo que queremos a ratos, pero sabemos que nos hará mal.
Borramos su número, pero lo sabemos.
Borramos los mails.
Podemos borrarlo del mundo, pero sigue ahí.

Y nosotr@s lloramos, sentimos puntadas en todo el cuerpo, porque sólo queremos que todo sea como antes.
Pero NO; nunca va a ser como antes y es bueno distanciarse, aunque sea para tener perspectiva.

¡Resistan!

jueves, 2 de abril de 2015

Después de la Guerra

Todos son generales.
Tal vez.
Pero no voy a eso... al menos no en esta entrada.

Pasa que cuando dos personas terminan, da pena y rabia y frustración y mil sentimientos más.
Y a veces, para convencernos de que vamos a estar mejor, nos recordamos todos los defectos de la otra persona.
Enumeramos todas esas cosas que nos molestaban, como si fuera un mantra.


"... No me pesca cuando estamos juntos, nunca me llama o habla primero, nunca hace planes conmigo, me cancela al último minuto, siempre mira a otras, nunca me dice que soy linda, con suerte me toca, ya ni me dice que me quiere..."

Una y otra vez, hasta que respiramos pensando: "Sí, estoy mejor sin él/la".

Debo admitir que quizás me tomó más tiempo del que me gustaría, darme cuenta de algo importante.
Aunque la mayoría de las peleas son casi siempre sobre cosas estúpidas (MUY estúpidas), a veces nos decimos cosas ciertas.
"Nunca me escuchas"
"No me das espacio"

Y algunos consejos que nos dan, son en verdad útiles.
"¿Por qué no usas lentes de contacto si tanto te molestan los otros?"
"¿Por qué no publicas tus cosas en internet?"

Y algunas sugerencias para hacer cosas juntos, podrían de hecho ser buenas si las intentáramos:
"Veamos [inserte nombre de serie aquí], quizás te guste"
"Enséñame a jugar [inserte juego, probablemente medio geek, aquí], así juego contigo"

Pero ¿qué hacemos?
Seguimos peleando, probablemente con frases como "Eso da lo mismo", "tú NUNCA...", "tú SIEMPRE"...

Y de lo que me di cuenta, es que después de la guerra, después de que todo se acaba, cuando ya no hay nada de nada que pueda ser salvado; se nos ocurre hacer esas cosas que nos pedían.
Por último para ver qué pasa.

Yo ahora veo [serie bakán], y podríamos hacerlo juntos.
Él ahora usa lentes de contacto.
Yo ahora publico mis cosas en internet.
Pero ahora que fuimos capaces de escucharnos, ya no estamos juntos para disfrutarlo.
[Ooohhh, carita triste]
:(

El mejor consejo:
Cuando la cosa está a punto de romperse, prueben hacer caso a las sugerencias.
¿Quién sabe?
Quizás descubran algo de ustedes mismos ;)