domingo, 25 de octubre de 2015

Pie de Limón: Una Metáfora

Había una vez...
No, ¿para qué?
Somos todos adultos aquí (en edad, al menos)

Pongamos una situación: hace rato, mucho rato, que quieren algo dulce. Y cada vez que ven un postre, un helado, o un chocolate, se les hace agua la boca. 
Y un día se topan con un pie de limón que, probablemente, estuvo ahí todo el tiempo pero no se habían dado cuenta.
Comienzan a interactuar con este pie de limón que no se ve tan rico a primera vista, pero definitivamente tiene algo.
No le falta su sex appeal.
De a poco, el pie de limón se hace parte de su día, y casi sin darse cuenta, comienza a gustarles la idea de probar el postrecito.

Ustedes quieren azúcar.
Tampoco ha pasado tanto tiempo desde que se comieron un quequito, pero sienten el antojo.
Y el pie de limón les confiesa que quiere que se lo coman, porque hace mucho tiempo que nadie le da ni un mordisco.
Sienten compasión por el pie de limón e incluso se preguntan cómo es eso posible. O sea, igual el pastel tiene algo de rico.
Harto de rico.
¿Por qué nadie se lo come?
Se ve que tiene la corteza apretadita y crocante, el limón cremoso y el merengue tostadito.
Todo un postre.
Piensan que un pie de limón así no puede vivir sin que quieran quitarle un pedazo, pero él les asegura que no es así.

Y después viene la otra pregunta: ¿Y si se lo comen ustedes?
O sea, se ve rico y claramente quiere que se lo coman.
Hasta ha comenzado a hacerles cumplidos y a tirar la talla con que se lo coman. 
Les dice que se ven bien, que le gusta cómo andan y que deberían comérselo.

Y el pie de limón comienza a meterse en su cabeza con toda esa lista de cumplidos y observaciones que los hace sentirse bakanes.
Total, los dos quieren... ¿cuál es el problema?

Pero claro, ahí empiezan las dudas. 
Un lado del cerebro piensa: es sólo una vez, es sólo un pedazo. ¿Y voy a tener que ver el resto del pie de limón, cada vez que esté acá?. Mmmmm ¿y si no sabe tan rico como se ve? ¿Y si me gusta demasiado y quiero siempre comerlo, pero él ya no quiere que me lo coma?

Y el otro lado dice: quieres azúcar, y este pie de limón está prácticamente saltando a tu boca. ¿Por qué no? Ya eres grande y simplemente ignoras al pie de limón cuando lo veas sin ese pedazo que te comiste. ¿Qué tanto? Además, ya llegarán pasteles más sabrosos, un brownie con helado, un cheescake o unos celestinos.

¿Qué tanto?
Voh dale.

Y se comen un pedazo.
Y después de ese, dos más; de una sola sentada.
Y ya. El pie de limón quería que se lo comieran y se lo comieron y ya está. Fin. Gracias, no me llames, no te llamo, ya estamos.
Pero... prepárate para cuando te toque ver el resto que no te comiste.

Y claro, la sensación de la posibilidad de diabetes o de arrepentimiento no tarda en salir a flote, y un lado del cerebro le quiere pegar al otro mientras ustedes están al medio, evaluando la situación como un todo.

El  pie de limón no estaba malo.
O sea, era un pie de limón bien hecho.
Con la corteza apretadita, y el limón cremoso. El merengue tostadito y todo; ninguna queja.
Pero si les deja un sabor medio ácido en la boca, y la sensación de que tal vez quería que se lo comieran, sólo porque no había nadie más para hacerlo... claro, ya no es tan bakán el pastel este.

De hecho, es ahí cuando pasa de ser un postre, a un pastel.
Pero deciden quedarse con el recuerdo de las partes por separado y seguir con sus vidas.
Sin arrepentirse, pero sabiendo que jamás tocarían otro pedazo de ese pastel.

No fue un error, que quede claro.
Fue un momento de debilidad alentado por el pie de limón que quería que se lo comieran y sus ganas de algo dulce.

*°FIN°*,...


[Dedicado a quienes se han comido un pedazo de postre que se transformó en pastel poco después. No todos serán así... esperemos XD]

miércoles, 14 de octubre de 2015

¿Por qué nos torturamos?

¡Y voluntariamente!
Más encima.

Pongamos una situación: conocieron a alguien.
Por Tinder.
A la antigua, qué sé yo.
Empiezan a verse.
Pasan... cosas (usen su imaginación).
(Pero tampoco tanto).
Y andan felices por la vida con lo que sea que tienen con esa persona (porque ya nadie le pone nombre ni etiqueta a nada, las cosas simplemente... son, ¿sí o no?)

Y un día se meten al facebook del susodicho a ver qué tipo de cosas postea.
Videos, un par de fotos, nada terrible... hasta que ven una foto que les llama la atención.
De una mujer.
Usando MUY poca ropa en su foto de perfil.
Instantáneamente su cerebro grita "¿quién es esa?" "¿por qué le postea?" ¿Y POR QUÉ ÉL LE PONE ME GUSTA A ESE COMENTARIO AWEONAO QUE POSTEÓ ELLA?"

Y, obviamente, hacemos click en la foto de la tipa esta.
Y empezamos a ver sus fotos.
Y obvio, la tipa es regia (obviamente operada, pensamos), falsa entera y por qué anda mostrándose entera... típica [insertar adjetivo que indica falta de filtro a la hora de elegir pareja sexual].

Hablando así en serio.
¿Por qué hacemos eso?
¿Qué importa?
¿Importa?

Si alguien está contigo, es porque quiere estar contigo.
Y si está contigo, pero también quiere estar con otras, va a hacerlo.
Claro, si el tipo tiene algo de decencia, va al menos decirlo. O algo del estilo "me gustas, pero no quiero nada serio así que siéntete libre de hacer lo que quieras con quien quieras".

Y aún así ¿qué hacemos?
Buscamos.
Buscamos por todos lados algo que nos haga sentir pésimo, estúpidas o [insertar adjetivo que indica falta de filtro a la hora de elegir pareja sexual].
¿Para qué?

Mi consejo: NO se molesten en seguir en media social a ese alguien con quien salen / se ven / hacen cosas X.
No ganarán nada excepto estresarse preguntándose quiénes son todas esas otras en la vida online del susodicho.
Ahórrense un drama (y después me agradecen).


martes, 6 de octubre de 2015

Madurez

La última vez que alguien me dijo (no de muy buena o linda manera) que madurara porque ya estoy "tan cerca de los 30", me puse a pensar en el tema.

¿Qué tiene que ver una cosa con otra?
¿Por qué siempre asociamos la madurez a la edad?
Y ya que estamos, ¿a la seriedad?

¿Acaso por ser más serio uno es más maduro?
Si es por eso, la Kristen Stewart es la mujer más madura de este planeta.
¿Acaso sonreír todo el tiempo, andar de buen humor son signos de inmadurez?

Una cosa es no poder tomarse las cosas con seriedad (cosa que sí puedo hacer, obviamente).
Otra cosa es sonreírle a la gente, bailar como si nadie te mirara y ser espontánea.
¿Qué tiene de malo?
¿Por qué es considerado inmaduro?

Hace un tiempo leí algo que decía: "Inmaduro es la palabra que la gente aburrida usa para referirse a la gente divertida"
Tal vez.
Pero prefiero:


"Inmaduro es la palabra que la gente corta de genio y cero desplante, usa [con envidia] para describir a la gente a la que no le importa lo que el resto piense de su actitud hacia la vida"

Reírse harto y ser chistosa, no es lo mismo que no poder tomarse las cosas serias con la debida seriedad.
No significa que soy inmadura.
Ser inmadura es no poder arreglártelas sola, tener que molestar al resto para todo, incluso para explicar tu propia infelicidad.

Y si madurar es ser serio, nunca poder reírse libremente, no poder sonreírle al mundo para alegrarles el día; entonces paso.

Porque como dicen por ahí: "ser adulto no es ni la mitad de entretenido que crecer"
Todavía puedes pasarlo bien de adulto, y no tiene nada que ver con la inmadurez.


Conclusión:
QUE MADUREN LAS PALTAS, YO ESTOY BIEN ASÍ.
GRACIAS.


viernes, 2 de octubre de 2015

Estatuto de Limitaciones

Ok.
Estoy aburrida de los comentarios tipo "qué miedo salir contigo", "no quiero terminar en tu blog" y "qué manera la tuya de usar a los hombres".
Y ya que mi entrada explicativa claramente no surtió efecto alguno, me veo en la obligación de aclarar el tema.

1. NUNCA escribo sobre alguien usando su nombre de verdad. Le voy a dar un nombre falso o un apodo chistoso ad-hoc a lo que voy a contarles para respetar su privacidad.

2. JAMÁS escribo sobre hombres con los que todavía hablo, o siguen siendo parte activa de mi vida. Sobre todo si la entrada habla de malas experiencias, gente extraña o simplemente situaciones no favorecedoras para el implicado.

3. LA ÚNICA EXCEPCIÓN a esto, son los eXes. Porque claro, aunque uno los saque de su vida, siempre van a ser parte de la vida.
Pero aún así, NUNCA diría nada humillante ni ofensivo.

4. Cada entrada inspirada por alguien, es dedicada a esa persona (o grupo de personas, si corresponde). No por un tema de plagio ni nada, pero no cuesta nada agradecerle a la gente que te da ideas.

5. SI QUIERES SALIR CONMIGO, SALGAMOS. Lo más probable es que no escriba sobre ti a menos de que la cosa salga terriblemente mal, seas muy extraño o pase algo digno de contar. 
Y aún así, dejaría pasar un buen tiempo, posiblemente incluso te borraría de mi vida y recién ahí empezaría a pensar en considerar la vaga idea de incluirte en mi blog.
Así que no te preocupes tanto.

6. Estoy genuinamente buscando a alguien para conocer, salir y pasarlo bien.
No estoy usando a los hombres.
Uso Tinder, porque no tengo a nadie que me presente un amigo, y no sé dónde más conocer gente (se aceptan sugerencias).
He tenido más citas de las que les he contado; pero, por respeto a los implicados, siempre me espero un tiempo prudente; o evalúo si la situación da para una entrada entretenida e interesante.
Si creo que la experiencia fue cero aporte, entonces no les cuento nada.

7. NADA DE LO QUE LES CUENTO ES INVENTADO. Todas las historias me pasaron de verdad, y por eso las comparto (podrían pasarle a cualquiera).


BONUS: La principal intención de escribir estas cosas, es que se rían y relajen un rato :)
[Gracias!]