lunes, 30 de junio de 2014

Dilo primero

Creo que pasa en todas las relaciones: esa odiosa situación en la que sientes algo y no sabes si decirlo o mejor esperar a que la otra persona lo haga primero.

Me acuerdo de haber sopesado las cosas en mi relación con Baz, con respecto a decirle que lo quería:

Pros:
- ¿A quién no le gusta que le digan que lo quieren?
- Seguramente también me quiere, y me lo dirá de vuelta.
- Si algún día discutimos sobre el tema de quién quiere más a quién, yo dije que lo quiero primero (punto para mí)

Contras:
-Quizás ni siquiera ha pensado que puedo quererlo.
-¿Y si no me quiere de vuelta y no me dice nada?
-Si le saco en cara que yo lo dije primero en una futura pelea, se va a enojar... mucho (10 puntos menos para mí)

Eventualmente, claro, tiré la lista por la ventana de mi mente y me pregunté: ¿QUÉ ES LO PEOR QUE PUEDE PASAR?

Iba a decírselo.
Obviamente, no así de la nada.
Estábamos viendo Dawson's Creek (o bueno, yo lo estaba viendo y Baz estaba sentado a mi lado) y en un momento, Joey o Dawson o Jen o todos al mismo tiempo dijeron algo muy cursi y muy cierto (como en prácticamente cada capítulo), y yo aproveché la escena.

-Oye.

-¿Mmmmm?

-Pero péscame.

-Si te estoy escuchando.

No me estaba escuchando. Ni siquiera estaba mirando la tele, estaba mirando por la ventana a lo lejos.

-Pero mírame, po.

Y cuando me miró, yo me acerqué... pero él tomó mi cara entre sus manos y me miró a los ojos unos segundos.

-Te quiero.

Me atraganté. Tragué pesado. No me esperaba que fuera tan intenso.

-Yo también... te quiero.

Y ese día decidí que de ahí en adelante, siempre sería yo quien lo diría primero.
No estaba ni ahí con que me tomaran de esa forma por sorpresa y me hicieran sentir tan rara.
Hasta ahora, así ha sido.

jueves, 26 de junio de 2014

Primera Cita

Estoy casi 98% segura de que la primera vez que me vi expuesta a este concepto, fue en los 90' (oh, nostalgia) viendo Salvado por la Campana.
Zack quería invitar a salir a Kelly (¿se acuerdan?), y yo no pude evitar preguntarme de qué se trataba tal cosa.

"Cita".

Dícese de un encuentro entre dos personas, generalmente con intenciones o esperanzas románticas.

Mi primera "cita", si es que se puede llamar así, fue con ISN.

Con Baz nunca tuvimos una cita, básicamente porque no fue necesario.
Teníamos 17, estábamos en el colegio y nos veíamos todos los días.
Y ahora que lo pienso, nunca tuvimos una cita.
Interesante.

La cosa es que mi primera cita de la vida fue con ISN.
Fue una cita un poco forzada, ya que una amiga básicamente lo obligó a invitarme a salir.
Aún así, me pasó a buscar y no pude evitar notar que se había afeitado y estaba usando pantalones de vestir y no jeans.
En cambio yo ni me molesté en echarme bálsamo labial, pensando erróneamente que ISN no consideraría la salida como una cita.
Aunque pensé que íbamos a ir a comer o tomar algo (así como para poder conversar), él eligió ir al cine.

¿Consejo?
NO vayan al cine en una primera cita, es lo peor.
Uno está ahí sentado, mirando al frente, sin comer cabritas para evitar atorarse o que se te quede un hollejo en un diente; nerviosamente preguntándose qué estará pensando la otra persona.
Del terror.

Después de Los Piratas del Caribe 2 (la PEOR secuela en la historia de la secuelas malas), ISN me fue a dejar a mi casa.
Y... sería.
Eso fue todo.

Moraleja 1: Sea cita o no, hagan un pequeño esfuerzo por verse al menos decentes.
Moraleja 2: No vayan al cine para una primera cita.
Moraleja 3: Sin importar lo mala, aburrida o simple que sea la primera cita con alguien, no la miren a huevo... podrían terminar pololeando con ese personaje.
Por mucho tiempo.
Como por ejemplo 5 años y medio.

#TrueStory

viernes, 20 de junio de 2014

Favor devolver

Random Fact: Canto todo el día, todos los días, a cada rato a todas horas. Lo he hecho desde siempre, y es básicamente algo inconsciente. La mitad de las veces ni me doy cuenta de que lo estoy haciendo.
No voy a decir que soy la próxima Latinamerican Idol, pero nadie se ha quejado demasiado todavía.
[Créanme, es importante para entender esta entrada]

Después de terminar con Baz, lloré como 1 mes entero y no tenía ánimos de hacer nada.
Pero llegó un momento en el que tuve que volver a la normalidad.
Y no fue tan terrible; todo estaba igual, salvo que Baz ya no estaba ahí.
O sea sí, estaba. Pero ya no era mi pololo.
Después de dos o tres meses, creo que puedo decir con seguridad que volví a ser la misma.
Una eX, claro, pero eso no alteraba mi personalidad original.
O tal vez un poco, pero muy poquito.

Pero después de terminar con ISN (Ingeniero Sin Nombre), la cosa fue muy diferente.
Obviamente, después de 5 años y medio, lloré por mucho más de un mes, y anduve depre por más tiempo del que quiero recordar.
Pero lo más extraño fue que dejé de cantar.
Por días.
Semanas.
Y meses.

Cuando me hice mi tercer tatuaje, me sentí un poco más yo.
Pero seguí sin cantar.
Simplemente no podía; empezaba una canción y de a poco la voz se me iba.
Decidí probar con la guitarra, pensando que iba a ser más fácil.
Pero fue peor. Dos acordes y tenía que parar; no sé si era porque me daba pena realmente, pero algo me apretaba la garganta y no podía seguir.

Fue ahí cuando me di cuenta de que ISN se había llevado algo mío.
No sé qué, pero definitivamente algo mío se fue con él.
Y me asusté pensando que quizás nunca iba a recuperarlo.

[Continuará...]

sábado, 14 de junio de 2014

Antología de Bazerty

"Antología" se puede entender de muchas maneras. Pero creo que la primera vez que escuché la palabra y me hice una idea de lo que significaba, fue a los 11 años escuchando Pies Descalzos, uno de los primeros álbumes de Shakira.
Sí, carné al suelo.

Me encantaba cómo Shakira enumeraba todas las cosas que había aprendido con la relación que inspiró la canción.
Aunque siempre me pareció que dejaba de lado, seguramente a propósito, las cosas no tan buenas de dicha relación.
No la culpo, la idea era una linda canción.
Pero sí la acuso un poquito de falta de honestidad.

LA HONESTA ANTOLOGÍA DE BAZERTY
1. Aprendí que existen hombres sensibles. Que se emocionan con películas, con canciones y que no tienen miedo de expresarse.
No voy a mentir: agradable sorpresa.

1.5 Incluso un poco cursis. Al punto que les gusta Ricardo Arjona... mucho... más de lo socialmente aceptable, quizás (broma XD)

2. Aprendí lo que se siente tener el poder en una relación. Saber que si se acaba era porque yo lo decidía; que lo que yo decía, iba.
Admito que a ratos uno como se emborracha de poder... not good.

3. Descubrí que romper un corazón puede doler tanto o más que te lo rompan. Sobre todo cuando sabes que lo haces por un motivo ultra egoísta. Necesario, pero egoísta.
Y es aún peor cuando sabes que la cosa era muy asimétrica. Cuando sabes que te quieren más de lo que probablemente te mereces...

4. Me di cuenta de que no sirvo para relaciones a distancia. Así de simple. No puedo.

Necesito los abrazos, los besos etc.

5. Aunque te creas lo peor del mundo, siempre existirá alguien que te considerará lo mejor que existe en su vida.
#Fact.

6. A veces, sólo a veces y con algunos hombres, las indirectas sí sirven. 

7. Tener un buen pololo que posteriormente es un buen eX, te da una mejor idea de lo que realmente quieres. Nunca es malo.

8. Hay hombres dejados que te entregan el poder de la relación por mera flojera. Sobre todo después de un tiempo. Al principio tratan de verse lo más macho Alfa posible.
Después de un rato, hasta la Beta les queda grande.

9. Admiran (veneran a veces) cosas que simplemente no entiendes, y no tienes ningún interés en entender. Lo respetas. Pero no es suficiente para ellos.
Bitch, please. No.

10. Aprendí que la amistad es imposible cuando te transformas en eX.
Es un tipo totamente distinto de relación.
Tienes amigos, pololos, familia y eXes. Son una categoría aparte.

Y bueno, les dejo (obviamente) la Antología original.

jueves, 5 de junio de 2014

Dejar ir

Una cosa es move on.
Cuando finalmente volvemos a vivir nuestra vida de la manera más normal posible después de una ruptura.
Cuando dejamos de pensar en el eX, y empezamos a buscar otra persona.
O empezamos a imaginarnos con otra persona.
¿Se acuerdan cuando les hablé de mi Crush? Algo así.
No necesariamente estamos absolutamente 100% superadas, pero estamos casi ahí.
Casi.


Pero otra cosa muy distinta es let go.
Y no en el sentido de Frozen, si no en el sentido de las relaciones.
De dejar ir.
Esto ya tiene que ver con dejar ir todo lo que significaba estar con una persona. Todo lo que se hacía, todo lo que se sentía, todo lo que se decía.
Todo.
TODO, así como todo.

Suena bien terrible.
Y no es fácil.
Ni bonito.
En verdad tener que dejar ir tantas cosas es una soberana paja, y (a veces) una pena.
Pero es necesario.

Con Baz, tuve suerte de que no había mucho qué dejar ir.
No estuvimos tanto tiempo juntos, de modo que la carga no era mucha.
Menos mal.
Dejé ir las canciones, los momentos, las tallas internas, las fotos y los regalos.
Suena como que es harto, pero en verdad no.

Pasa algo raro cuando finalmente dejamos ir: es como si toda la relación se fuera también.
Como si nunca hubiese pasado.
Como si no fuese más que un mal/buen sueño.
Y así ha sido para mí, cada vez.
Cada vez un sueño más largo, más pesado y un poquito peor...
Let it go.