sábado, 30 de marzo de 2013

Momento Cursi

He aquí el gran problema con el romanticismo con el que Baz estaba tan bendecido: existe una fina línea entre ser romántico y transformarse en un cursilero.
Y antes que piensen que soy una chica ruda que se pinta las uñas de negro y usa jeans con tachas, aviso: Yo soy una gran cursi. Me pinto las uñas de rosado, amo las chick flicks y me encanta que me hagan sentir especial (hasta que eso significa que las mujeres ganemos menos plata que los hombres... también soy algo feminista, ya llegaremos a eso).

Pero a veces me daba la sensación de que Baz se volvía cursi en los momentos más extraños.
Cuando hablábamos de que íbamos a estudiar en distintas ciudades, a mí me daba toda la pena y a Baz parecía no afectarlo tanto como a mí.

Pero el viernes que decidimos arrendar "Realmente Amor" (Love Actually, una de mis películas preferidas), me acuerdo de que tuvimos que parar la película 3 veces para que Baz pudiera dar rienda suelta a sus sentimientos de plena tristeza que le provocaron ciertas partes de la película.

[Ehmmm... cursi]

Metafóricamente creo que podría decirse así: yo era empalagosa y dulce como la mermelada de frutilla. Rico ¿no?
Pero Baz era tan empalagoso y dulce como la mantequilla de maní con extra crunch.

Era todo demasiado dulce, empalagoso y uno de los dos tenía que ser una galleta de vino: una base dura para toda esa dulzura.

Y, muy a mi pesar, muchas veces tuve yo que ser la galleta.

martes, 26 de marzo de 2013

Romance

Una de las cosas que nunca pude recriminarle a Baz, era el tema de ser romántico.
Porque lo era.
Muy romántico.
Alguna vez leí que en general, 1 de 5 hombres era romántico por naturaleza. Juro que en ese caso Baz contaba como 2 hombres por su nivel de romanticismo. 

No voy a mentir: era agradable estar con alguien que podía decir cosas tiernas de la nada, y a quien le gustaba escribir como a mí (aunque -se los prometo- NUNCA tanto como a mí) y que todavía creía en el arte de las cartas (que con la llegada del e-mail empezaba a desaparecer)

Pero reconozco que a veces me preguntaba cómo sería estar con un hombre común y silvestre.
Ya saben, de esos que se olvidan de tu aniversario y te van a comprar flores al Líder o un Trencito al kiosko de la esquina.
De esos que no pueden ir al cine contigo porque hay un partido de football y se sobrentiende que es importante.
De esos que de repente se juntan con los amigos y no te quieren cerca para poder ser ellos mismos en su ambiente natural: asquerosos (para qué andamos con cosas, hombres entre hombres son puros trogloditas... y sí, mujeres entre mujeres tampoco somos mejores pero ya llegaremos a eso)

La verdad es que es cierto eso de que el pasto siempre es más verde al otro lado.
Mientras estaba con Baz, a veces soñaba con una versión un poco más ruda de él.

Y años después, a veces sueño con encontrar un hombre que tenga un poquito de Baz.
Un poquito de ese romanticismo. 

martes, 19 de marzo de 2013

Tali

Tali llegó a mi vida un año antes de conocerla.
Me explico: las dos tomamos un curso de baile del caño, y la vi solamente las primeras clases  y de lejos. Nunca hablamos realmente, porque en ese tipo de clase uno trata de no tener demasiado contacto con el resto (ni físico ni de ningún tipo)

Un año después la vi entrar a la sala de clases y grité con la máxima espontaneidad del momento la inmortal frase de la que aún nos acordamos: "¡¡YO A TI TE CONOZCO!!"

Y ya, de ahí en adelante todo es básicamente historia.
Somos amigas, nos queremos mil y ella siempre ha estado a mi lado... y por mucho tiempo, al lado de Baz también.

El tema cuando se comparten amigos con alguien con quien se tiene una relación, es que eventualmente ellos tienen que elegir lados.
No pueden ser amigos de los dos, porque (sobre todo al haber terminado una relación recientemente), uno necesita hablar pestes del otro y que tu amigo(a) te apoye.

Quizás por eso con Tali nos distanciamos un poco cuando la relación se acabó con Baz.

Pero un par de meses después, todo estaba perfecto entre nosotras.
¿Y saben qué?
Aún somos amigas :)
Y espero que estés leyendo esto, amiga ¡porque si no sería el colmo! Si te dedico una entrada, lo mínimo que puedes hacer es leerla... he dicho.
Love u, girl!

domingo, 17 de marzo de 2013

Fiesta de Graduación

Una de las cosas que recuerdo con mayor nitidez de la fiesta de graduación, es mi vestido. ¿Por qué? Bueno, porque viajé a Santiago a ver a mi abuelos, ver Universidades y aproveché de buscar un vestido.

En esa época estaba súper de moda usar un corset con una falda de otro color, y es exactamente lo que usé yo: un corset negro y una falda naranja tornasoleada. 
Me demoré un par de días en decidir qué usar, que mi mamá aprobara.
Yo quería usar un corset de colores y una falda con corte asimétrico para mostrar las piernas (la única parte de mi cuerpo que me gusta) pero ella insistió en que no era elegante.

Si pudiera volver en el tiempo, pelearía por usar lo que yo quería.
Pero ya fue. Me veía bien y lo pasé bomba.

Me acuerdo también de que el papá de un compañero dio un discurso (el mismo que hacía todos los años en el cumpleaños de dicho compañero) en el que avergonzaba al pobre Lalo.
También me acuerdo de que la música, aunque no era excelente, era bailable.
También hubo un vals que teníamos que bailar con los papás o las mamás (mejor omitamos esa parte, no fue agradable).

Y claro, pancitos como a las 6 de la mañana, antes de que nos fueran a buscar.
Fue una buena fiesta.
La mejor forma de decir "adiós".

miércoles, 13 de marzo de 2013

Graduación

Lloré como una magdalena el día que nos graduamos de cuarto medio.
No sólo porque significaba dejar la ciudad que me acogió desde que tenía un año de edad, si no porque significaba que Baz y yo estaríamos en ciudades separadas.

Yo fui la primera de la generación en graduarme (la primera en la lista), y además fui una de las que leyó el discurso de despedida.

Y lo único que sentía era pena.
El día anterior a la graduación me lo lloré todo y no lograba quedarme dormida.
Nunca he estado segura si fue porque no quería graduarme, o me asustaba la perspectiva de estar lejos de Baz. O quizás eran las dos cosas.
Tal vez si Baz hubiese decidido irse a la misma ciudad que yo, no habría llorado tanto. No quiero echarle la culpa de mi pena, pero debo decir que sí contribuyó bastante.

Y bueno... irónicamente ahora sí vivimos en la misma ciudad...



GENERACIÓN 2004

domingo, 10 de marzo de 2013

El principio del final

Estábamos viendo Los Simpsons recostados en el sillón que había en la sala de estar de mi casa, cuando se me ocurrió preguntarle a Baz con quién iba a vivir en Santiago cuando saliéramos del colegio.

-Con nadie...

Su respuesta me dejó confundida, así que me senté a lo indio (como hago hasta el día de hoy cuando quiero hablar de algo importante) y lo miré:

-¿Con nadie porque vas a vivir solo?

-Con nadie en Santiago, porque no voy a ir a la Universidad en Santiago...

"No voy a ir a la Universidad en Santiago"... "no voy a ir a la Universidad en Santiago"... su voz era un eco que me dejó todavía más confundida.

-Me voy a ir a Conce.

Si era posible, me confundí aún más. Le pregunté por qué, pero él sólo podía decirme que íbamos a seguir juntos, que él podía viajar a Santiago y yo a Concepción. Yo sólo quería saber por qué, pero él insistía en explicarme que no iba a ser un problema.

-¿POR QUÉ?

Finalmente logré que me escuchara y me dijo, casi como si la pregunta fuera innecesaria por lo obvio de la respuesta:

-Para descentralizar la educación superior...

La confusión dio paso a la perplejidad, y eso a la rabia y después a la pena.
Sólo podía pensar en lo triste que resultaba que mi pololo no quisiera irse a vivir a la misma ciudad que yo.
Por una razón que, para qué vamos a negarlo, era ultra estúpida.

viernes, 8 de marzo de 2013

Girl Power!

En honor al día de todas las maravillosas mujeres (y otras no tanto) que hacemos de este un mundo mejor y -algún día- más justo, hago una pausa en el blog.

La verdad es que todos los años es exactamente lo mismo.
Mujeres que en Facebook se preguntan por qué tienen un sólo día al año y no es todos los días su día.
Y hombres diciendo "feliz día", tratando de convencer que en realidad es todo el año el día de la mujer.

¿Lo es?

Antes que todo, déjenme decir que me encanta la idea de que las mujeres tengan un día en este país machista en el que ni siquiera podemos ganar lo mismo que un colega masculino (como si tener algo que nos cuelga entre las piernas nos hiciera mejores trabajadoras o algo).
Pero tengo la impresión de que si no existiera un día llamada "Día de la Mujer" (o de los enamorados, o de la mamá, o del alumno, o del profesor), podríamos quizás extrapolar esos días a todo el año.
Es sólo una idea. 

Pero bueno: FELIZ DÍA A TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO, SOBRE TODO AQUELLAS QUE DE VERDAD SE ESFUERZAN POR HACER UNA DIFERENCIA :)

Los dejo entonces con una versión que me gusta mucho de "A man's man's world", porque al final de eso se trata: es un mundo del hombre... pero no sería NADA sin una niña o una mujer.
¡Disfruten!


miércoles, 6 de marzo de 2013

Chubis, Macs y Julieta Venegas


Admito que estas cosas inevitablemente me hacen pensar en Baz.

Era un fan absoluto de la marca Apple y todo lo que tuviera que ver con ella.

Me acuerdo que ya en el 2004 tenía un iPod tradicional (aún no se vendían de manera barata y masiva) y un MacBookPro o algo parecido (era blanco e imposible de usar, y yo estaba segura de que sin aviso alguno iba a explotar en mi cara; es lo único que recuerdo)

Y los chubis... 
No me acuerdo de cómo empezó la cosa, pero de un día para otro empecé a decir que él era mi chubi. Pero lo escribíamos "Xubi".
Y fue algo que se mantuvo durante toda la relación...

La verdad es que no es algo que fuera demasiado personal, pero es algo que recuerdo con harto cariño :)

Y desde hace varios años, como M&M's (nada personal)

martes, 5 de marzo de 2013

Padre

En mi vida mi papá nunca fue una figura constante.
Es decir, era una figura constante, pero no era estable.

Me corrijo una vez más: era estable... pero no era una figura positiva.
Eso.
Nunca me llevé demasiado bien con él, y no era ningún secreto.
Básicamente todos mis amigos (y todo el colegio) lo sabían, y estaban al tanto de que era un tema bastante sensible. 

Pero a veces me daba la sensación de que a Baz se le olvidaba.
Él idolatraba a su papá. Que obviamente no tiene nada de malo (o tal vez sí, no lo sé)
Y en verdad nunca entenderé por qué.
Sí, me parecía que era una buena persona, un buen hombre en general y me parecía un buen papá.
Pero por qué Baz lo idolatraba de la manera que lo hacía, ni idea.

Incluso se refería a él como "padre" en vez de papá.
Y no me molestaba que a veces me contara lo bueno que era este hombre que para mí no tenía demasiada importancia.
Pero de repente era mucho... y tenía la impresión de que me estaba restregando en la cara su increíble relación.

Y lo admito: a veces me daban ganas de gritarle que su papá probablemente no era tan maravilloso tampoco (sólo para que se quedara callado)

domingo, 3 de marzo de 2013

Lalo :)

NO voy a confirmar ni desmentir el hecho de que todo lo que se cuenta en este blog es verdad o mentira.
Pero sí les voy a decir que todos los personajes mencionados, están basados en gente de la vida real que he conocido en algún momento de mi vida.

Hoy ha llegado el día de celebrar a Lalo (no es su nombre de verdad... ¡aunque es posible que postee esta entrada y lo descubran!)
No sólo porque nació hace 26 años, y no sólo porque ya está más cerca de la treintena.
Si no por ser un gran amigo.

Durante mis años escolares, no fui la persona más popular.
Es más, nunca he sido una persona popular (ni antes ni ahora), pero aún así Lalo siempre ha estado a mi lado.
Durante los años de bullying, de abandono, durante mi relación con Baz, después de que se acabó etc.

Nos conocimos a los 2 años y desde entonces que somos amigos.
Y agradezco cada día que lo sea :)

Y es tan fuerte la amistad, que el hecho de que a Lalo se le ocurra irse a vivir a un país extranjero cada tantos años (actualmente está en Alemania), no parecer afectarla demasiado.
Aunque admito que más de alguna vez he querido que esté cerca y bueno... tengo que conformarme con el Skype y el whatsapp.

Así que los invito hoy a hacer un alto en el tema de las ex y las relaciones fallidas, para levantar sus copas (o botellas de agua, o tazas de café) para brindar por mi mejor y más antiguo amigo: LALO

(Ich liebe dich, my man!)

sábado, 2 de marzo de 2013

Suegras

Para ser honesta, en general las suegras que he tenido no me han querido demasiado.
Nunca he estado muy segura de por qué, creo que soy encantadora (modestia aparte), pero ganármelas fue una hazaña que a veces no logré completar.

La mamá de Baz tenía claramente ciertas reservas acerca de mí.
Quizás porque ya había pololeado antes y Baz no, o quizás porque no le gustaba que mis papás estén separados. Las opciones de por qué la mujer no me quería son infinitas.

Se demoró un par de meses (o más de un par) en finalmente aceptarme como la polola de su hijo (hasta ese momento me presentaba como la "amiga" de su hijo).
Pero lo peor de todo era que delante de Baz pretendía que me adoraba. Me hacía salsa de ajo (que dicho sea de paso todavía recuerdo con gula), preguntaba por mi familia y decía que estudiar Literatura era "lindo"... pero nunca le creí realmente.

No es de mala, pero me daba la sensación de que a mi suegra no le gustaba la idea de tener que competir por el amor de su propio hijo.
¿Será que nunca se le ocurrió pensar que son dos tipos de amor diferentes? (aunque no sé si Herr Freud estaría de acuerdo)

De todas maneras, me acuerdo de que finalmente logró tenerme cariño... como un mes antes de que Baz y yo termináramos.
Oh well, ironías de la vida.