miércoles, 14 de octubre de 2015

¿Por qué nos torturamos?

¡Y voluntariamente!
Más encima.

Pongamos una situación: conocieron a alguien.
Por Tinder.
A la antigua, qué sé yo.
Empiezan a verse.
Pasan... cosas (usen su imaginación).
(Pero tampoco tanto).
Y andan felices por la vida con lo que sea que tienen con esa persona (porque ya nadie le pone nombre ni etiqueta a nada, las cosas simplemente... son, ¿sí o no?)

Y un día se meten al facebook del susodicho a ver qué tipo de cosas postea.
Videos, un par de fotos, nada terrible... hasta que ven una foto que les llama la atención.
De una mujer.
Usando MUY poca ropa en su foto de perfil.
Instantáneamente su cerebro grita "¿quién es esa?" "¿por qué le postea?" ¿Y POR QUÉ ÉL LE PONE ME GUSTA A ESE COMENTARIO AWEONAO QUE POSTEÓ ELLA?"

Y, obviamente, hacemos click en la foto de la tipa esta.
Y empezamos a ver sus fotos.
Y obvio, la tipa es regia (obviamente operada, pensamos), falsa entera y por qué anda mostrándose entera... típica [insertar adjetivo que indica falta de filtro a la hora de elegir pareja sexual].

Hablando así en serio.
¿Por qué hacemos eso?
¿Qué importa?
¿Importa?

Si alguien está contigo, es porque quiere estar contigo.
Y si está contigo, pero también quiere estar con otras, va a hacerlo.
Claro, si el tipo tiene algo de decencia, va al menos decirlo. O algo del estilo "me gustas, pero no quiero nada serio así que siéntete libre de hacer lo que quieras con quien quieras".

Y aún así ¿qué hacemos?
Buscamos.
Buscamos por todos lados algo que nos haga sentir pésimo, estúpidas o [insertar adjetivo que indica falta de filtro a la hora de elegir pareja sexual].
¿Para qué?

Mi consejo: NO se molesten en seguir en media social a ese alguien con quien salen / se ven / hacen cosas X.
No ganarán nada excepto estresarse preguntándose quiénes son todas esas otras en la vida online del susodicho.
Ahórrense un drama (y después me agradecen).


No hay comentarios:

Publicar un comentario