sábado, 21 de diciembre de 2013

Requisitos

En algún lado leí que lo más estúpido que le puedes decir a alguien cuando terminas, es "nunca vas a encontrar a nadie como yo y te vas a arrepentir de haberme dejado".
O algo por el estilo, estoy parafraseando. 

Y en verdad, si terminas con alguien, es como obvio que quieres a alguien nada que ver con esa persona.
O por lo menos, es la conclusión a la que llegarían muchas personas.

En mi caso con Baz, me acuerdo de haber escrito en mi diario de vida (más de una vez después de que termináramos) "si encuentro a alguien que me quiere un décimo de lo que él me quería, se podrá decir que tengo suerte" (me estoy parafraseando)

Y aunque claro, después del D1, el D2 y el D3 (el trío Despreciable, Los Despreciables al cubo o como prefieran llamarlos), pensé exactamente eso: si me toca otro más así, chao con los hombres; en realidad no podía evitar pensar que no me molestaría encontrar a alguien como Baz.
Pero que no quisiera irse a miles de kilómetros de mí por algo tan abstracto como "querer descentralizar la educación superior" (cada vez que lo escribo, más ridículo me parece).

A estas alturas, me conformaría con alguien que me quiera.
Así de sencillo.
¿Qué más se puede pedir, en realidad?

Me acuerdo de cuando era chica, estamos hablando de cuando tenía 11 ó 12... ó 15 ó 16 (no se burlen), hacía listas larguísimas de cómo sería mi hombre ideal.
Listas que estaban llenas de puras cualidades innecesarias.
Una era: que sus ojos no estén ni muy juntos ni muy separados. ¿Cómo podría eso influir en si un hombre es o no buen pololo?
Otra cualidad: Que pueda levantarme en brazos. ¿POR QUÉ? O sea, sí, es un plus... pero ¿por qué pensaba yo que era tan importante como para ponerlo en la lista?

Menos mal que maduré y puedo reducir mi lista de requisitos a las siguientes:

1. Que me quiera (primordial)
2. Que sea más alto que yo (negociable, pero preferible)
3. CERO homofobia (deal breaker)
4. Que no fume (ni ahí con andar agarrando con un cenicero)

Esa es mi lista.
Cómo he madurado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario