sábado, 19 de julio de 2014

Manos al Fuego

El tema de los celos siempre es... bueno, tema.
En cualquier relación, diría yo.

Cada vez que veo el infame programa Manos al Fuego de CHV, sufro.
La verdad es que a veces ni sé para qué me molesto.
Pero supongo que es porque una pequeña parte de mí, tiene la estúpida esperanza de que alguien, ALGUIEN sea fiel.

Como una persona a la que engañaron no sola una, si no 2 veces (oh sí, los Despreciables son Despreciables por algo), me da entre rabia y pena ver cómo las parejas destruyen lo que tienen por un momento de calentura.

¿Para qué?

Entiendo que sí, todos (y todas) son calientes y todo eso.
Pero ¿cómo es posible que la carne sea tan, pero TAN débil? O sea, ¡hasta gente casada cae!
Y lo más chistoso es cuando los infieles tratan de justificarse:

"Pero mi amor, entiéndeme... o sea cuándo más en la vida me iba a pasar esto, o sea..."

Porque... obvio.
Para el bronce.

Debo decir sí, que cuando pienso en Baz, estoy segura de que no se habría dejado seducir por nadie.
Porque puede que sea cursi y todo lo que ya saben de él; pero siempre fue ultra FIEL.
Onda, no me imagino a alguien más fiel que él... excepto quizás yo misma.

Una vez que te engañan, y entiendes cómo duele sentir que no te aprecian, que te toman por sentado y que en verdad no importas; algo cambia en ti.
Y sabes que si alguien te quiere, lo más injusto sería hacerles eso que te hicieron a ti.
Sin ningún motivo.

He dicho.

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