Después de empezar a sentirme sola de nuevo, decidí una vez más buscar qué había en Tinder.
Porque obvio, uno nunca aprende.
Y esta vez di con un cabro que sea veía simpático, honesto y divertido.
Además teníamos un amigo en común (siempre un plus). Aunque claro, cuando apreté su foto para ver detalles, me di cuenta de que el amigo en común no era otro que Baz.
Ironías de la vida ¿no?
Empezamos a conversar, cambiamos números y empezamos a hablarnos por whatsapp.
Debo decir que me entretenía mucho hablar con él, me parecía interesante, y también divertido.
Pasó la prueba de la selfie, también le gustaban mis caras chistosas y pasábamos horas tirando la talla.
Después de como 2 semanas, decidimos juntarnos y propuse (obviamente) un Starbucks.
Como no era la primera vez que me juntaba con alguien que no conocía, no estaba nerviosa ni nada y partí.
(E intercambiamos la última selfie chistosa pre-conocernos)
Lo vi sentado en una banca y cuando me vio sonrió de manera tan honesta que me sentí segura enseguida. Sonreí de vuelta y me recibió con un gran abrazo de oso.
En verdad, de osito, porque ahí me di cuenta de que le faltaban un par de cazuelas al muchacho.
Mientras caminábamos, me dijo "encuentro increíble que pasen estas cosas".
Como no tenía idea de qué se refería, lo miré y puse cara de pregunta.
"Me refiero a que es como increíble hablar con alguien por semanas, reírse, conectar, y todo sin verse... y de repente conocerse en persona... o sea, es que nunca me había pasado".
Entonces le conté que yo ya me había juntado con algunos (incluso le conté del incidente Ricky Martin), y que nunca había tenido ningún problema... excepto que claro, de vez en cuando te toca alguien un poco extraño.
Al llegar a Starbucks pude saciar mis ganas de un té chai, mientras conversábamos de las típicas cosas que se conversan (el clima, el café, trabajo) cuando se conoce a alguien.
No puedo decir nada malo, porque la conversación fluyó sin ningún problema.
Cuando nos fuimos, empezamos a caminar por cuadras y cuadras. Me habló de su familia, yo el hablé de la mía, echamos la talla un rato, y en verdad estábamos muy cómodos el uno con el otro.
Probablemente esta comodidad se debía a que no había atracción.
Debo confesar que nunca (o casi nunca) me había pasado esto de tener química con alguien, habiendo cero atracción; pero ayudó a que la "cita" fuera de lo más disfrutable.
Eventualmente, cuando empezamos a llegar a mi calle, le pregunté por qué había empezado a usar Tinder.
Cuando le había preguntado, la primera vez que hablamos, me había dicho que era "para ver qué onda". Pero después de tantas cuadras recorridas, estaba segura de que la respuesta iba a ser distinta. O sea, la verdad.
"Bueno... es que... terminé con mi polola y pensé que era buena idea conocer gente"
Tenía sentido; yo había hecho algo parecido. "¿Y hace cuánto terminaste con ella?"
Lo pensó, y supuse que estaba sacando cuentas. "Como 2 meses"
Ah, ok. No había que contar tanto.
(A mí me me había tomado como un año y medio, pero no juzgo)
"Me suena a que estás despechado un poquito... ¿seguro que es buena idea estar en Tinder después de tan poco tiempo soltero?"
Nos sentamos en una banca, y me contó sobre su relación. Cuánto habían durado, por qué habían terminado, y lo mucho que la extrañaba y todavía la quería.
Me dio pena lo mucho que le cambió el ánimo, de modo que por toda respuesta lo abracé.
Con eso quedó claro: no era una cita, pero había hecho un nuevo amigo.
Un amigo que estaba vulnerable y pasándolo mal.
Eventualmente la no-cita se terminó, y cada uno se fue por su lado; pero seguimos enviándonos mensajes de vez en cuando.
Y algo así como dos meses después de habernos conocido, me envió un mensaje para contarme que había vuelto con su ex.
Me alegré de corazón por él y le deseé toda la suerte del mundo.
Él agradeció el apoyo y me deseó suerte encontrando a alguien en Tinder.
Y eso fue todo.
Comprobando que a veces -sólo a veces- Tinder no sólo es para citas, romance o sexo.
A veces -sólo a veces-, Tinder NO es el diablo... y sabe lo que hace.
[Dedicado a A.T :)]
Porque obvio, uno nunca aprende.
Y esta vez di con un cabro que sea veía simpático, honesto y divertido.
Además teníamos un amigo en común (siempre un plus). Aunque claro, cuando apreté su foto para ver detalles, me di cuenta de que el amigo en común no era otro que Baz.
Ironías de la vida ¿no?
Empezamos a conversar, cambiamos números y empezamos a hablarnos por whatsapp.
Debo decir que me entretenía mucho hablar con él, me parecía interesante, y también divertido.
Pasó la prueba de la selfie, también le gustaban mis caras chistosas y pasábamos horas tirando la talla.
Después de como 2 semanas, decidimos juntarnos y propuse (obviamente) un Starbucks.
Como no era la primera vez que me juntaba con alguien que no conocía, no estaba nerviosa ni nada y partí.
(E intercambiamos la última selfie chistosa pre-conocernos)
Lo vi sentado en una banca y cuando me vio sonrió de manera tan honesta que me sentí segura enseguida. Sonreí de vuelta y me recibió con un gran abrazo de oso.
En verdad, de osito, porque ahí me di cuenta de que le faltaban un par de cazuelas al muchacho.
Mientras caminábamos, me dijo "encuentro increíble que pasen estas cosas".
Como no tenía idea de qué se refería, lo miré y puse cara de pregunta."Me refiero a que es como increíble hablar con alguien por semanas, reírse, conectar, y todo sin verse... y de repente conocerse en persona... o sea, es que nunca me había pasado".
Entonces le conté que yo ya me había juntado con algunos (incluso le conté del incidente Ricky Martin), y que nunca había tenido ningún problema... excepto que claro, de vez en cuando te toca alguien un poco extraño.
Al llegar a Starbucks pude saciar mis ganas de un té chai, mientras conversábamos de las típicas cosas que se conversan (el clima, el café, trabajo) cuando se conoce a alguien.
No puedo decir nada malo, porque la conversación fluyó sin ningún problema.
Cuando nos fuimos, empezamos a caminar por cuadras y cuadras. Me habló de su familia, yo el hablé de la mía, echamos la talla un rato, y en verdad estábamos muy cómodos el uno con el otro.
Probablemente esta comodidad se debía a que no había atracción.
Debo confesar que nunca (o casi nunca) me había pasado esto de tener química con alguien, habiendo cero atracción; pero ayudó a que la "cita" fuera de lo más disfrutable.
Eventualmente, cuando empezamos a llegar a mi calle, le pregunté por qué había empezado a usar Tinder.
Cuando le había preguntado, la primera vez que hablamos, me había dicho que era "para ver qué onda". Pero después de tantas cuadras recorridas, estaba segura de que la respuesta iba a ser distinta. O sea, la verdad.
"Bueno... es que... terminé con mi polola y pensé que era buena idea conocer gente"
Tenía sentido; yo había hecho algo parecido. "¿Y hace cuánto terminaste con ella?"
Lo pensó, y supuse que estaba sacando cuentas. "Como 2 meses"
Ah, ok. No había que contar tanto.
(A mí me me había tomado como un año y medio, pero no juzgo)
"Me suena a que estás despechado un poquito... ¿seguro que es buena idea estar en Tinder después de tan poco tiempo soltero?"
Nos sentamos en una banca, y me contó sobre su relación. Cuánto habían durado, por qué habían terminado, y lo mucho que la extrañaba y todavía la quería.
Me dio pena lo mucho que le cambió el ánimo, de modo que por toda respuesta lo abracé.
Con eso quedó claro: no era una cita, pero había hecho un nuevo amigo.
Un amigo que estaba vulnerable y pasándolo mal.Eventualmente la no-cita se terminó, y cada uno se fue por su lado; pero seguimos enviándonos mensajes de vez en cuando.
Y algo así como dos meses después de habernos conocido, me envió un mensaje para contarme que había vuelto con su ex.
Me alegré de corazón por él y le deseé toda la suerte del mundo.
Él agradeció el apoyo y me deseó suerte encontrando a alguien en Tinder.
Y eso fue todo.
Comprobando que a veces -sólo a veces- Tinder no sólo es para citas, romance o sexo.
A veces -sólo a veces-, Tinder NO es el diablo... y sabe lo que hace.
[Dedicado a A.T :)]
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