lunes, 10 de febrero de 2014

Amor de Verano

Lo confieso: SIEMPRE quise tener un amor de verano.
Las razones de esto fueron variando con el tiempo, a medida de que la posibilidad se hacía más y más remota.


Para no dejarlos a oscuras:

Razones para querer un Amor de Verano:
1. Lo encontraba lo más romántico del mundo.

2. Soy una mega fan de Grease (enough said)

3. Me habría encantado poder volver a clases contando algo más interesante que: "sí, me quemé como una langosta y me volví a blanquear... como siempre" (me imaginaba un número tipo Summer Nights)

4. Me parecía una de esas experiencias de vida por la que todos debemos pasar (como aprender a manejar, graduarse del colegio, perder cosas, etc.)

NUNCA pasó.
Y con una edad más cercana a la treintena de lo que me gusta admitir, creo que el tren "Verano de Amor" me dejó en el andén de los sueños adolescentes basados en películas.

Claro, también puede ser un factor importante el que casi nunca he veraneado.
Salvo que cuenten las escasas veces que con Tali hemos ido a visitar a Myla a Viña.
E incluso en esas ocasiones, hubo motivos para no salir a conocer gente ("no me depilé", "no traje toalla", "se me quedó mi traje de baño", "tengo la regla")

Viéndolo en restrospectiva, creo que nunca hice un verdadero esfuerzo por conseguir un amor de verano.
Creo que me daré tres año más para intentarlo.
Si no, el sueño me habrá abandonado definitivamente.
He dicho.



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