miércoles, 17 de abril de 2013

Tienes un e-m@il



Cuando uno tiene una relación a distancia, los e-mails pasan a ser la herramienta más útil para mantenerla. 

Tienen que entender que en el año 2005 no existía ni Facebook ni Skype, y los smartphones eran una idea del futuro (no había Viber, ni Line, ni whatsapp). De modo que los mails y el MSN eran lo único que teníamos a nuestra disposición.

¿Saben qué? No era suficiente.
Quizás si hubiésemos pololeado más tiempo antes de separarnos todo habría sido distinto.
Tal vez no, pero me gusta pensar que sí.

La mejor parte de mi día (por muy triste que suene) era llegar a mi casa y ver un mail de Baz.
Al principio eran muy detallados y llenos de cariño. Me contaba todo lo que hacía durante el día, sus ramos (aunque yo no los entendía), sus amigos, el mechoneo y la ciudad y lo distinta que era de todo lo que conocía.

Pero con el tiempo se acortaron mucho y sólo decían lo esencial. "Me fue bien en la prueba", "Ayer fui al cine", "Hace frío". Not good enough.

Creo que de a poco la relación empezó a desvanecerse, así como la frecuencia de contacto.
Hasta que de pronto no hubo más e-mails todos los días. Sólo un par a la semana.
Y de ahí todo fue cuesta abajo.

1 comentario:

  1. La distancia como bien dice Antonio Orozco es simplemente:
    Y se nos fue y se lo llevó,
    la distancia y tanto error, se lo llevó.
    La distancia es el olvido,
    el olvido que cobró tu soledad, y se lo llevó.
    La distancia es el olvido,
    el olvido que cobró tu soledad, y se lo llevó.
    Y lo enmarcó como uno más,
    usando un lienzo que robó.
    Se lo llevó sin preguntar.
    Devuélvelo.
    Y se nos fue y se lo llevó,
    todo el tiempo y tanto amor, se lo llevó.

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