Hay mucha gente que puede hacer muchas cosas.
Cosas cool.
Como caminar en la cuerda floja; o hacer un mortal hacia atrás casi de forma espontánea; o rapear líneas improvisadas si se les da un buen beat.
Yo diría que esos son talentos ¿no?
Pero hay otro tipo de talentos: esos que en verdad no sirven para nada.
Porque los mencionados a lo menos sirven para entretener a la gente en un carrete.
Pero estos otros, onda mejor ni los mencionemos porque llegan a ser casi vergonzoso.
Y aunque aún no he decido a cuál de las dos categorías pertenecen los míos, aquí van:
1. Moonwalking. No tengo claro en qué momento aprendí a hacer el moonwalk the Michael Jackson, pero todavía puedo. Lo que sí, sólo lo uso cuando alguien dice que puede hacerlo y no puede. O me preguntan si yo puedo.
O sea, básicamente, nunca.
2. Decir gracias en más de 20 idiomas. Esto lo fui aprendiendo con los años, gracias a mi amor por los idiomas. Griego, eslovenio, japonés, coreano... más de 20; y aunque casi nunca los he tenido que usar, es bakán saber que están ahí si los necesito.
(Aunque, salvo que trabaje en la ONU, es probable que nunca los necesite).
3. Identificar Ingenieros. Esto es algo que escapa toda ciencia y tiene que ver con el instinto.
Probablemente el de procrear, supongo; ya que me gustan los ingenieros, he desarrollado un rasgo especial para identificarlos.
Funciona así: Conozco a un tipo. Dejando de lado las apariencias (que en realidad no me importan demasiado), se cacha al tiro si hay cierto de grado de atracción (no necesariamente mutuo).
Si el gallo me atrae mucho, aunque no tengo idea de por qué (a veces pasa que me doy cuenta de que el sujeto es un pelota), chan. Ingeniero.
Si la cosa fluye, pero sólo a nivel intelectual, humanista tipo ciencias políticas, periodista o afines.
Y si la cosa fluye, me atrae un poco, pero no estoy muy segura... abogado. No sé por qué, pero son los que más me confunden.
Y no es como que conozco a un tipo y si me dice que es ingeniero me gusta más.
Al revés.
Conozco a un tipo, y si me gusta, es porque es ingeniero.
No es una ciencia exacta... pero se cumple algo así como el 95% de las veces (los que me he equivocado, eran abogados).
Y aunque sí; técnicamente es un talento inútil, estoy segura de que eventualmente me servirá para algo.
Cosas cool.
Como caminar en la cuerda floja; o hacer un mortal hacia atrás casi de forma espontánea; o rapear líneas improvisadas si se les da un buen beat.
Yo diría que esos son talentos ¿no?
Pero hay otro tipo de talentos: esos que en verdad no sirven para nada.
Porque los mencionados a lo menos sirven para entretener a la gente en un carrete.
Pero estos otros, onda mejor ni los mencionemos porque llegan a ser casi vergonzoso.
Y aunque aún no he decido a cuál de las dos categorías pertenecen los míos, aquí van:
1. Moonwalking. No tengo claro en qué momento aprendí a hacer el moonwalk the Michael Jackson, pero todavía puedo. Lo que sí, sólo lo uso cuando alguien dice que puede hacerlo y no puede. O me preguntan si yo puedo.
O sea, básicamente, nunca.
2. Decir gracias en más de 20 idiomas. Esto lo fui aprendiendo con los años, gracias a mi amor por los idiomas. Griego, eslovenio, japonés, coreano... más de 20; y aunque casi nunca los he tenido que usar, es bakán saber que están ahí si los necesito.(Aunque, salvo que trabaje en la ONU, es probable que nunca los necesite).
3. Identificar Ingenieros. Esto es algo que escapa toda ciencia y tiene que ver con el instinto.
Probablemente el de procrear, supongo; ya que me gustan los ingenieros, he desarrollado un rasgo especial para identificarlos.
Funciona así: Conozco a un tipo. Dejando de lado las apariencias (que en realidad no me importan demasiado), se cacha al tiro si hay cierto de grado de atracción (no necesariamente mutuo).
Si el gallo me atrae mucho, aunque no tengo idea de por qué (a veces pasa que me doy cuenta de que el sujeto es un pelota), chan. Ingeniero.
Si la cosa fluye, pero sólo a nivel intelectual, humanista tipo ciencias políticas, periodista o afines.
Y si la cosa fluye, me atrae un poco, pero no estoy muy segura... abogado. No sé por qué, pero son los que más me confunden.
Y no es como que conozco a un tipo y si me dice que es ingeniero me gusta más.
Al revés.
Conozco a un tipo, y si me gusta, es porque es ingeniero.
No es una ciencia exacta... pero se cumple algo así como el 95% de las veces (los que me he equivocado, eran abogados).
Y aunque sí; técnicamente es un talento inútil, estoy segura de que eventualmente me servirá para algo.
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