lunes, 16 de febrero de 2015

Perder v/s Rendirse

¿Cual es la diferencia?
El orgullo.

Al perder, el orgullo queda herido.
La peleaste hasta el final de forma valiente, hiciste todo lo que tenías que hacer, dijiste todo lo que tenías que decir... pero no resultó.

Al rendirse, tu orgullo queda intacto.
Tienes la madurez de reconocer que no vas a lograrlo, y te retiras.
Dignidad intacta.

Me acuerdo de que con ISN, me rendí después de que mis tácticas fallaron.
Y eso significó alejarme por un tiempo; toda rendición va acompañada de distancia y tiempo considerables.
Además de la incertidumbre (¿volveremos a vernos? ¿se acabó todo y para siempre?)
Eventualmente las cosas funcionaron y estuvimos juntos muuuuchos años.
En teoría, rendirme fue el camino a la victoria. No digo que sea la norma; digo que puede pasar (¡no pierdan las esperanzas!)

Pero a veces pasa que usas todas tus tácticas.
Sonríes todo el rato, te ensortijas el pelo en el dedo, te ríes de sus bromas, eres encantadora, le tomas el brazo cuando caminan... hasta le das un beso sorpresa... y NADA.
Es entonces cuando es mejor sacar la bandera blanca y admitir derrota.

Lo sé, porque me pasó hace poco (con el mismo hombre que no perdió nada)
Y preferí darme por vencida.
Y mantener mi orgullo... bueno, no intacto; tal vez un poco magullado (pasa cuando sacas toda la artillería y aún así las tropas enemigas no ceden)

Y será; me rindo, tú ganas... y ahora moverme a mi próxima batalla.

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